Existen miles de programas explicativos sobre pautas y normas en la infancia para una correcta educación. Tenemos acceso a la información a través de diferentes medios: televisión, libros, internet, educadores, profesores, psicólogos…
A diario, escuchamos a padres decir que aplican pautas de conducta a sus hijos y que no funcionan. Las más conocidas y popularizadas son el reforzamiento, la extinción y el castigo. Todas con beneficios y defectos en función a como se apliquen.
¿Qué observamos como profesionales? ¿Funcionan siempre? ¿De qué depende? A continuación puedes encontrar una lista de factores que infieren en al correcta aplicación de estas pautas así como en sus resultados:
- Las normas y pautas nunca se deben aplicar de forma parcial. Vemos esto a diario. Cuando hay normas unos días si y otros no, crea incongruencia en el niño y no se consiguen los objetivos. Las pautas hay que cumplirlas siempre, de forma sistemática. Puede sonar radical, pero en un misma rabieta vemos como la postura de los padres varia en función a cada frase del niño. No hablamos de ser muy exigentes, todo lo contrario. Habría que ser realistas con las pautas que se ponen y cumplirlas.
- La inmediatez es otro factor crucial. La contingencia debe ser siempre la respuesta a una conducta concreta. No valen venganzas ni resentimientos por parte de los padres. No tiene ningún efecto más allá de descargar nuestro malestar con los niños y esto solo trae consecuencias negativas.
- La paciencia y la persistencia son dos virtudes muy importantes en la educación infantil. Es muy importante tener en cuenta que educar supone un esfuerzo continuo y que no se consiguen las recompensas en un par de días. No vale aplicar pautas de conducta durante una semana de forma intermitente y después decir que no sirven.
- Refuerza lo positivo continuamente. El estrés y el cansancio de la rutina nos hace muchas veces vivir a punto de estallar y con la paciencia al límite. Si dedicas unos minutos a observar el comportamiento de tu hijo, te darás cuenta de las miles de cosas que hace bien. Es momento de observar más y reforzar.
- Consigue consenso con las personas implicadas en la educación. En la vida de un niño, generalmente hay muchas personas implicadas y las normas pueden ser contradictoras. Esto ocurre sin mala intención por parte de los cuidadores pero puede dificultar los límites y normas establecidos.
Establecer pautas y educar parece una tarea sencilla. Sobre todo cuando opinamos como lo haríamos nosotros y comentamos todo lo que hacen mal los demás. La realidad es que la rutina desborda y acabamos cometiendo errores que para la lógica son sencillos de solucionar. Es importante recordar que son niños y hay que tratarlos como tal. Las normas y límites son muy importantes, pero siempre desde el respeto y sin caer en venganzas ni pagando nuestros problemas con ellos. Es peligroso ser muy permisivos pero también llevar un control muy estricto.Observa y refuerza sus conductas positivas. Aprovecha el tiempo con ellos y consigue crear recuerdos de calidad, la infancia pasa muy rápido.